LA REALIDAD DEL PECADO
La caída del hombre dio origen al pecado,
a la tristeza, a la enfermedad, y a la muerte sobre el género humano (Génesis
3: 7-24; Romanos 5: 12-19; 1 Corintios 15: 21). La corrupción del hombre es
confirmada no solamente por su inteligencia y conciencia, sino también por su
historia. Al decir corrupción, queremos significar con ello que la naturaleza
moral mental y espiritual del hombre, ha sido pervertida por la caída; en vez
de amar la santidad, el hombre no regenerado siente una inclinación maligna
hacia el pecado, y sólo la gracia de Dios podrá transformar esta naturaleza,
haciendo del hombre una nueva criatura en Cristo (2 Corintios 5: 17).
Esta corrupción afecta el ser todo del
hombre: su naturaleza mental, su naturaleza moral, su naturaleza espiritual, y
por qué no decirlo, también su naturaleza física. El pecado es absolutamente
universal (Romanos 3: 19). El hombre tal como se le conoce, no es el resultado
del proceso de evolución, sino que fue creado perfecto por Dios, más por su
caída, se halla hundido en la depravación y degeneración; y por lo tanto, está
separado de Dios.
Creemos innecesario argumentar la cuestión
relativa a la realidad del pecado, en vista de los efectos que no se pueden
negar. Tanto la historia como la propia conciencia del hombre atestiguan con
abundancia dicha verdad. Sin embargo, se han propuesto teorías que ahora
niegan, o le restan importancia al pecado y su naturaleza. Veamos por ejemplo:
El Ateísmo.
Al negar la existencia de Dios, el ateísmo niega también el pecado, puesto que
en sentido estricto, podemos pecar solamente contra Dios. El hombre puede ser
culpable de hacer lo malo en relación con los demás, pero esto no es pecado,
sino sólo delante de Dios. El hijo pródigo dijo: "he pecado contra el
cielo y contra ti" pero esto es en sentido figurado, porque en dicha
parábola el padre de éste representa a Dios; pero si Dios no existe como dice
el ateísmo, entonces tampoco existe el pecado. La Biblia anticipándose a dicha
corriente, afirma: "dice el necio en su corazón no hay Dios" (Salmo
14: 1). La necedad sabemos que es pecado; y por lo tanto, los necios no
heredarán el reino de Dios. "Bienaventurados los entendidos porque
resplandecerán como el resplandor del firmamento a perpetua eternidad"
(Daniel 12: 3).
El Determinismo.
Esta es la teoría que afirma que el libre albedrío no es, sino sólo un engaño.
Nos imaginamos que somos libres para escoger, cuando en realidad nuestra
elección es dictada por estímulos internos y por circunstancias fuera de
nuestro dominio. El humo que sale por la chimenea quizás piense que es libre,
sin embargo, asciende en virtud de leyes inexorables. Siendo así, una persona
no puede comportarse de una manera distinta a la que la hace, y hablando en
términos precisos, no se le debe elogiar por lo bueno que hace, ni censurar por
lo malo. De esta manera el hombre es simplemente un esclavo de las
circunstancias. Esto enseña dicha teoría. Las sagradas escrituras afirman de
manera consecuente, que el hombre es libre para escoger entre el bien y el mal,
una libertad insinuada en toda exhortación o mandamiento. De manera que no es
una víctima de la suerte o de la casualidad, sino más bien, un árbitro de su
propio destino (Deuteronomio 30: 19).
LA REALIDAD DEL PECADO (CONT.)
Como ya hemos visto que el pecado es
producto de la caída del hombre, es lógico que el hombre caído lo siga negando,
como lo hizo en el Edén. Ya hemos visto dos formas de cómo el hombre se quiere
excusar del pecado (el ateísmo y el determinismo), pero aún existen otras, las
cuales presento a continuación:
El
Hedonismo. Esta es una palabra que procede del griego, cuyo significado es
"placer". Se trata de una teoría que mantiene que el mayor bien de la
vida es el de disfrutar los placeres y evitar el dolor; de manera que la
pregunta de toda persona al hacer algo debe ser "¿me proporciona
placer?" Y no importa si lo que hace sea bueno o malo. No todos los
hedonistas viven una vida viciosa, pero la tendencia general del hedonismo es
pasar por alto el pecado. De esta teoría se originan algunos dichos tales como:
"debilidad inocente", "el error es de humanos", "lo
que es natural es hermoso, y lo que es hermoso es bueno". El hedonismo se
oculta tras el sistema moderno de enseñanza que aboga por la "expresión
libre de la individualidad". En lenguaje común, significa "ceder a la
tentación puesto que la represión no es saludable". Nótese que esto
representa un intento de justificar la inmoralidad. Nosotros las personas
morales, ponemos en práctica la represión en actos que no van con nuestra moral,
y esto nos resulta saludable; pero no reprimimos las buenas actitudes, tales
como el amor fraternal, la bondad, la amabilidad, el respeto, la paciencia,
etc., porque éstas nos favorecen en la vida cristiana (Gálatas 5: 22-24).
Con respecto a esta teoría La Escrituras
dice: "¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo!"
(Isaías 5: 20).
La
Ciencia Cristiana. Esta teoría niegan la realidad del pecado dice que éste
no es, sino simplemente la ausencia de lo bueno. Esto de que el pecado tenga
existencia verdadera es un error de la mente humana. El hombre piensa que el
pecado es verdadero, real, y por lo tanto su pensamiento necesita corregirse;
pero esto sólo es obra de la mente mortal. Por su parte Las Sagradas Escrituras,
denuncian al pecado como violación positiva de la ley de Dios; una ofensa real
que merece verdadero castigo en un infierno verdadero (Ezequiel 18: 4;
Malaquías 4: 1; Apocalipsis 21: 8).
La
Evolución. La teoría de la evolución considera al pecado como la herencia
de animalidad del hombre primitivo. Por lo tanto, en vez de exhortarlo en el
sentido de descartar al viejo hombre, lo consideran un ser natural. Siendo que
el hombre desciende del animal no se le puede llamar pecado a lo malo que éste haga,
puesto que los animales no pecan, sino que viven de acuerdo a su naturaleza, y
no experimenta conciencia de culpabilidad por sus actos buenos o malos. Es
cierto que el hombre tiene una naturaleza física, pero esa parte inferior de él
fue creación de Dios y ha sido creada para que esté sujeta a una inteligencia
iluminada de Dios.
El hombre puede negar la verdad de la
manera que quiera; pero aunque esta desaparezca de la mente humana por medio de
conceptos filosóficos, no significa que dejará de existir. Vivirá en el corazón
de Dios, y aún en la mente de personas piadosas.
EL ORIGEN DEL PECADO
El capítulo 3 de Génesis da las claves que
caracterizan la historia espiritual del hombre. Estas son: tentación, pecado,
culpabilidad, castigo y redención. Vamos a estudiar esto en los temas que
siguen; pero veamos ahora lo que respecta con la tentación:
1 -La posibilidad de la tentación. El
segundo capítulo del génesis proporciona el fondo de la narración de la caída
del hombre. Habla del primer lugar del hombre, su inteligencia, su servicio en
el huerto del Edén y la primera boda. También se mencionan particularmente los
dos árboles del destino: el árbol del conocimiento del bien y del mal, y el
árbol de la vida. Estos dos árboles representan un sermón ilustrado, que les
dicen constantemente a nuestros primeros padres: "si siguen el bien y
rechazan el mal, tendrán vida eterna". Sin embargo la tentación cobró vida
en dicho escenario. Nótese el árbol prohibido. ¿Por qué razón se había plantado
allí? Dios permitió esto con el objeto de proporcionar una prueba por medio de
la cual el hombre podía con cariño y libertad escoger servirle a él, y
desarrollar así el carácter. Sin el libre albedrío, el hombre hubiera sido una
simple máquina.
2 -La fuente de la tentación. "Pero
la serpiente era astuta más que todos los animales del campo que Jehová Dios había
hecho" (Génesis 3: 1). Es razonable decir que la serpiente, por ese
entonces debe haber sido una criatura hermosa; por eso fue el agente ideal
empleado por Satanás, quien había sido ya arrojado del cielo antes de la
creación del hombre (Ezequiel 28: 13-17; Isaías 14: 12-15). A causa de esto se
describe a Satanás como "la serpiente antigua, que se llama diablo y
Satanás" (Apocalipsis 12: 9).
3 -La sutileza de la tentación. Esta es
mencionada como una característica sobresaliente de la serpiente. Cfr. Mateo
10: 16. Presenta con gran astucia sugestiones que cuando se las abraza, dan
objeto a deseos pecaminosos y actos también pecaminosos. Comienza dirigiéndose
a la mujer, el vaso más frágil, que además, no había oído la prohibición (Génesis
2: 16, 17). Y espera hasta que esta está sola. La serpiente introduce en la
mujer una duda de carácter triple con respecto a Dios:
- Duda con respecto a la bondad de Dios, cuando dice: "Dios te está negando algunas bendiciones” (Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal [Génesis 3: 4. NVI]).
- Duda con respecto a la justicia de Dios, cuando dice: "no moriréis". Dicho de otra manera, estaba insinuando que Dios quiere significar una cosa distinta de lo que en verdad dice.
- Duda con respecto a su santidad. Cuando dice en el versículo 5, "Dios te ha prohibido comer del árbol porque te tiene envidia. No quiere que llegues a ser tan sabia como él, de manera que te mantiene en la ignorancia; te ha prohibido comer del árbol, no para evitar que mueras, sino para impedir que seas como él". Dicho de otra manera, estaba diciendo que Dios era envidioso; esto es una ofensa a su divinidad. Dios es santo y no puede poseer vínculos de corrupción, por cuanto va en contra de su moralidad y santidad.
LA CULPABILIDAD
Tan pronto como el pecado entró en el
hombre, se pueden notar las evidencias de culpabilidad en la conciencia de éste.
1 –“Entonces fueron abiertos los ojos de
ellos y conocieron que estaban desnudos” (Génesis 3: 7). Las palabras de la
serpiente en el versículo 5 se cumplieron, pero el conocimiento adquirido fue
distinto del que ellos esperaban. En vez de sentirse como Dios, experimentaron
un horrendo sentimiento de culpabilidad que los hizo esconderse de Dios.
Tomemos en cuenta que la desnudez física o corporal, es símbolo de una
conciencia desnuda o culpable. Antes de pecar el hombre y la mujer tenían una
buena relación con Dios, pero cuando pecaron, dicha comunión fue interrumpida,
el alma venció al espíritu y se inició el conflicto entre el espíritu y la
carne (Romanos 7: 14-24). Esto ha venido a ser la causa de tanta miseria entre
la humanidad, pues aquí nacieron los instintos pecaminosos que tantos males han
provocado.
2 -"Entonces cosieron hojas de
higuera y se hicieron delantales" (Génesis 3: 7 b). De la misma manera
como la desnudez física era representación y señal de una conciencia culpable,
así también la tentativa de cubrir su desnudez es un cuadro del intento del
hombre de ocultar su culpabilidad bajo el manto del olvido o las excusas. Sin
embargo, sólo una vestidura hecha por Dios puede cubrir totalmente el pecado (Génesis
3: 21). El acto de sacrificar a una víctima para cubrir la desnudez de esta
primer pareja, es un cuadro profético que señala al mártir del calvario, que
sería también sacrificado para vestir de inmortalidad a toda la raza humana que
quisiera alcanzar tal beneficio (Juan 3: 14-16).
3 -"Y oyeron la voz de Jehová Dios,
que se paseaba en el huerto al aire del día; y se escondieron el hombre y su
mujer de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto" (Génesis
3: 8). Deduciendo de este versículo, podemos decir que:
La culpabilidad acosa a la conciencia; en
otras palabras, le roba la tranquilidad, sufocándola con insistencia.
La culpabilidad deprime. La depresión es
una enfermedad psicológica que afecta extremadamente al estado de ánimo en la
persona. Un individuo en tal estado es capaz hasta del suicidio. Entre los
casos fatales de culpabilidad que hayamos en la historia sagrada, tenemos el de
Saúl y el de judas Iscariote.
La culpabilidad enceguece. El hecho de
querer ocultar su desnudez con hojas de higuera, deja ver la intención de
querer reparar el daño de una forma práctica y rápida; sin embargo resultó
inútil.
EL CASTIGO DEL PECADO
"Por tanto, como el pecado entró en
el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos
los hombres, por cuanto todos pecaron" (Romanos 5: 12). Los primeros involucrados
en el pecado recibieron una sentencia inmediata al castigo merecido:
1 -La serpiente. "Por cuanto esto insiste,
maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo;
sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida" (Génesis
3: 14). Lo anterior parece indicar que en otro tiempo la serpiente era un
animal hermoso. ¿Por qué fue castigada tan severamente siendo que ella sólo fue
un sencillo instrumento de Satanás? Para que el hombre vea de qué manera la
maldición recae sobre todo pecado. El hecho de arrastrarse en la arena o el
polvo, debería recordar al hombre el día cuando reducirá a polvo todo el
poderío de Satanás. Por la gracia de Dios el hombre puede aplastar la cabeza de
la serpiente (Lucas 10: 18; Romanos 16: 20; Apocalipsis 12: 9; 20: 1-3).
2 -La mujer. "A la mujer dijo:
multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con dolor parirás tus
hijos; y a tu marido será tu deseo, y él se enseñoreará de ti". El pecado
ha empañado todas las relaciones de la vida, y mucho más, la relación
matrimonial. En muchos países la mujer es prácticamente la esclava del hombre;
la posición de niñas viudas y niñas madres en la India, es un comentario pésimo
en el cumplimiento de esta maldición. En la cultura machista de los pueblos inmorales, la mujer ha venido a ser un simple
objeto sexual, que sólo es utilizado para saciar la lujuria del hombre. En esto
se cumple la fórmula de la maldición que dice: "y a tu marido será tu
deseo".
3 -El
hombre. "Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella
todos los días de tu vida. Espinos y Cardos te producirá, y comerás plantas del
campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás" (Génesis
3: 17-19). Esta es la consumación de toda una sentencia dictada en aquella
triste y fatal ocasión, lo cual nos hace recordar en lo difícil que es caer en
las manos del Dios vivo. Al hombre se le había designado ya el trabajo, (Génesis
2: 15). Mas el castigo consistirá en lo arduo del trabajo, y las desilusiones y
disgustos que éste acarrea.
Nótese la pena de muerte. "Pues polvo
eres, y al polvo volverás". El hombre fue creado capaz de no morir
físicamente; podría haber vivido indefinidamente si hubiera preservado su
inocencia, y continuado comiendo del árbol de la vida. Pero ahora aunque
restaure su comunión con Dios por medio del arrepentimiento y la oración, sin
embargo, debe retornar a su hacedor por el camino de la tumba, porque la muerte
es parte de la pena del pecado. Ahora la salvación completa debe abarcar la
resurrección del cuerpo (1 Corintios 15: 54-57). No obstante, algunos tendrán
el privilegio de no gustar la muerte física (1 Corintios 15: 51). Esto es el
arrebatamiento de la iglesia.
NATURALEZA DEL PECADO SEGÚN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Ya hemos hablado en temas anteriores
acerca de esto; pero ¿qué es el pecado?... la Biblia tiene una variedad de
términos para describir el mal moral que nos dice algo de su naturaleza. Un
análisis de los términos hebreo y griego en el original, nos proporciona la
definición bíblica del pecado. Las diversas palabras traducidas del hebreo
presentan al pecado operando en las siguientes esferas:
1 -La esfera de la moral. El pecado en
esta esfera se determina por las siguientes palabras empleadas:
a) Errar el blanco. Este término
manifiesto las siguientes ideas: errar el blanco, como un arquero que arroja la
flecha sin dar en el blanco. De igual manera el pecador yerra el verdadero
blanco un objetivo de la existencia; errar el camino, como el viajero que se ha
desviado de la verdadera senda.
Los desvíos en la vida espiritual son
peligrosos. En Génesis 4: 7, donde el vocablo se emplea por primera vez, el
pecado es personificado como una bestias salvajes, lista para agredir a todo
aquel que le da oportunidad; sin embargo, dice el señor: "tú le debes
dominar" (4:7. B. J).
b) Torcedura. Este término se traduce con
frecuencia como "perversidad". Es así contraria a la justicia, que
significa "lo que es recto o conforme a un nivel justo".
c) Mal. Este vocablo proporciona la idea
de violencia o rompimiento; por lo cual describe al hombre que viola las leyes
de Dios.
2-La esfera de la conducta fraternal. Para
los pecados en esta esfera el vocablo empleado significa violencia o conducta
perjudicial (Génesis 6: 11; Ezequiel 7: 23; Proverbios 16: 29). Dejando a un
lado la influencia de la ley, el hombre maltrata y oprime a sus semejantes.
3 -La esfera de la santidad. Esta se
aplica a la nación de Israel, por cuanto todo israelita era santo, es decir,
separado para Dios, y todas las actividades de la esfera de su vida estaban
reguladas por la ley de la santidad. Aquello excluido de la ley era profano, y
el que participó de ello se convirtió en inmundo (Levítico 21: 14; Hebreos 12:
16). Si se revelaba deliberadamente a la ley de la santidad, se le consideraba
un "transgresor" (Salmo 37: 38; 51: 13; Isaías 53: 12). Al israelita
que seguía la conducta en último término, se le colocaba en la clase
"criminal". A esta clase pertenecían los publicanos en tiempos de
Cristo.
4 -La esfera de la verdad. En esta esfera
se recalca el elemento engañoso y vano del pecado. Los pecadores se conducen y
hablan con falsedad (Salmo 58: 3; Isaías 28: 15), presentan erróneamente a la
verdad y dan falso testimonio (Éxodo 20: 16; Salmo 119: 128; Proverbios 19: 5-9).
Esa actitud se denomina "vanidad" (Salmo 12: 2; 24: 4), es decir, vacía
o carente de valor.
El primer pecador fue mentiroso (Juan 8:
44); el primer pecado humano comenzó con una mentira (Génesis 3: 4); y todo
pecado contiene el elemento del engaño (Hebreos 3: 13).
5 -La esfera de la sabiduría. En esta
parte decimos que el hombre se conduce con maldad, ya sea porque no se preocupa
en razonar como conviene, o porque se niega a ello. Por descuido o ignorancia
no guía su vida a expensas de la voluntad divina.
a) Tenemos exhortaciones dirigidas a los
simples (Proverbios 1: 4, 22; 8: 5). Este vocablo describe al hombre natural,
sin desarrollo hacia el bien o el mal, pero con una inclinación hacia el mal,
que puede ser explotada para seducirle (Mateo 7: 26).
b) Leemos también de personas que carecen
de entendimiento (Proverbios 7: 7; 9: 4). Estos son aquellos que caen víctimas
del pecado por falta de entendimiento antes que por inclinaciones pecaminosas.
Sin embargo, tanto esta clase de personas como los simples, son inexcusables,
porque Dios dará la sabiduría a quienes la pidan (Proverbios 8: 1-10).
c) Tenemos también al necio (Proverbios
15: 20). Describe a la persona que no se disciplina a sí misma, ni guía sus
tendencias según la ley divina, aunque tienen la capacidad para hacerlo.
d) También tenemos al escarnecedor (Salmo
1: 1; Proverbios 14: 6). Este es el malvado que justifica su maldad mediante
argumentos razonables contra la existencia de Dios, y contra todo lo
espiritual. Estos son los ateos o librepensadores en la actualidad.
NATURALEZA DEL PECADO SEGÚN EL NUEVO TESTAMENTO
El nuevo testamento describe al pecado de
la siguiente manera:
1 -Deuda (Mateo 6: 12). El hombre le debe
a Dios. Todo pecado cometido equivale a una deuda contraída incapaz de pagar;
su única esperanza es el perdón o remisión de ésta.
2 -Desenfreno (1 Juan 3: 4). El pecador es
un rebelde, pues aquél que deliberadamente quebranta un mandamiento escoge su
propia voluntad y no la de Dios.
3 -Desobediencia. Significa escuchar con
falta de atención (Hebreos 2: 2; Lucas 8: 18).
4 -Transgresión. Significa excederse los
límites (Romanos 4: 15). Los mandamientos de Dios son cercas o vayas, que
impiden que el hombre penetre en territorio peligroso y sufra daño su alma.
5 -Caída. Pecar es caer de un nivel de
conducta. De allí viene la expresión común de "caer en pecado".
6 -Impiedad (Romanos 1: 18). Éste vocablo
significa "sin adoración o reverencia". El hombre impío es aquel que
presta poca atención o ninguna a lo sagrado; esto no produce sentimiento alguno
de temor reverencial. Está sin Dios porque no lo quiere.
7 -Error (Hebreos 9: 7). El error describe
esos pecados cometidos por descuido o ignorancia, y se diferencian de aquellos
pecados cometidos con presunción, frente a la luz. El hombre que obstinadamente
se propone hacer lo malo, incurre en mayor grado de culpa, que aquél que por
debilidad cae en alguna falta.
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