martes, 26 de febrero de 2019

satanás

¿QUIÉN ES SATANÁS?

     Algunas personas opinan que el diablo no existe. Pero después de observar el mal que hay en el mundo, no podemos aceptar tal cosa.
     Las Sagradas Escrituras nos hablan de:
     1 -Su origen (Isaías 14: 12-15; Ezequiel 28: 12-19). La idea de un diablo de horrible apariencia con cuernos y pezuñas se deriva de la mitología pagana y no de la Biblia. De acuerdo con las Escrituras Satanás fue originalmente Lucifer; significa "porta antorcha", según el significado literal del vocablo. También significa "lucero hijo de la mañana". Era el más glorioso de Los Ángeles, pero con orgullo aspiró ser como el altísimo y fue quitado de su lugar (Isaías 14: 12-15,1 Timoteo 3: 6). Como castigo por su maldad fue arrojado del cielo, junto con un grupo de ángeles que se unió a su rebelión (Mateo 25: 41; Apocalipsis 12: 7).
     2 -Su carácter. El carácter de Satanás está indicado por los nombres y títulos por medio de los cuales es conocido:
     a) Satanás significa adversario. Por lo cual presenta sus intentos maliciosos de estropear los propósitos de Dios. Dicha oposición se manifestó en sus intentos de obstaculizar los planes de Dios, mediante la destrucción de la línea genealógica escogida, de la cual habría devenir el mesías (Génesis 3: 15; Esther 3; Mateo 2: 13-16; Apocalipsis 12: 1-5).
     También se describe a Satanás, queriendo destruir a la iglesia de dos maneras: primero, desde adentro mediante la introducción de falsas enseñanzas (Mateo 13: 38-39; 1 Timoteo 4: 1); segundo, desde afuera mediante la persecución (Apocalipsis 2: 10).
     b) Diablo significa calumniador. Se le denomina así a Satanás porque calumnia tanto a Dios (Génesis 3: 2, 4, 5), como al hombre (Apocalipsis 12: 10; Job 1: 9; Zacarías 3: 1-2; Lucas 22: 31).
     c) Destructor. Este es el pensamiento indicado por el vocablo hebreo "abbadón" y el griego "apollión" (Apocalipsis 9: 11). Lleno de odio contra el gran creador de todo lo que existe, el diablo quiere establecerse como dios destructor.
     d) Serpiente. Esta es la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás (Apocalipsis 12: 9); es decir, aquel que en el pasado empleó a la serpiente como instrumento para provocar la caída del hombre (Génesis 3).
     e) Tentador (Mateo 4: 13). Tentar significa poner a prueba; y el término se emplea en relación con el trato de Dios (Génesis 22: 1). Pero mientras Dios prueba al hombre para su bien, para purificar y desarrollar su carácter, Satanás lo tienta con el malvado intento de destruirlo. De acuerdo con lo anterior podemos decir: que la prueba viene de Dios con el propósito de edificar, y que la tentación viene del diablo con el propósito de destruir.
     f) Príncipe y dios de este mundo (Juan 12: 31; 2 Corintios 4: 4). Dichos títulos sugieren su influencia sobre la sociedad organizada aparte de Dios; esa vasta asamblea de actividades humanas, cuyo dios trino y uno es el honor, los placeres y las ganancias. A esto procura con argumentos hábiles exaltarlos y ennoblecerlos.

6. ACTIVIDADES DE SATANÁS

     a) Su naturaleza. Satanás se opone a la obra de Dios (1 Tesalonicenses 2: 18), obstaculiza el evangelio (Mateo 13: 19; 2 Corintios 4: 4), se posesiona de los malvados, los enceguece, los engaña y los hace caer en el lazo (Lucas 22: 3; 2 Corintios 4: 4; Apocalipsis 20: 7, 8). Aflige y tienta a los hijos de Dios (Job 1: 12; 1 Tesalonicenses 3: 5).
     Desde el principio es descrito como atrevido (Mateo 4: 4, 5), orgulloso (1 Timoteo 3: 6), poderoso (Efesios 2: 2), maligno (Job 2: 4), astuto (Génesis 3: 1 y 2 Corintios 11: 3), engañoso (Efesios 6: 11), feroz y cruel (1 Pedro 5: 8).
     b) Su esfera. No confina sus operaciones entre los malvados y depravados. Con frecuencia actúa en los círculos más elevados como Ángel de luz (2 Corintios 11: 14). Ciertamente el que Satanás asista a reuniones de carácter religioso es indicado por su presencia en la convención Angélica (Job capítulo 1) y por términos tales como "doctrinas de demonios" (1 Timoteo 4: 1) y la "sinagoga de Satanás" (Apocalipsis 2: 9). Sus agentes pasan con frecuencia por "ministros de justicia" (2 Corintios 11: 15).
      La razón por la que frecuenta reuniones religiosas es su malvada determinación de destruir a la iglesia, puesto que sabe que una vez que la sal de la tierra haya perdido su sabor, la humanidad se convierte en presa fácil.
     c) Su motivo. ¿Por qué está Satanás tan resuelto a dañarnos? El único motivo es porque odia la imagen de Dios reflejada en la humanidad; odia hasta nuestra naturaleza humana, porque fue asumida por el hijo de Dios; odia la felicidad misma para la cual estamos destinados, porque él mismo la perdió para siempre.
     d) Su limitación. Mientras reconocemos que Satanás es fuerte, debemos tener cuidado de no exagera su poder. Para aquellos que creen en Cristo es ya un enemigo derrotado (Juan 12: 31) y se muestra fuerte solamente con aquellos que se rinden a él. Pero la palabra nos dice claramente: "resistid al diablo, y de vosotros huirá" (Santiago 4: 7). Tiene poder pero es limitado (Mateo 4: 1; Hebreos 2: 14).
     e) Su destino. En el principio Dios predijo y decretó la caída del poder que había causado la caída del hombre (Génesis 3: 15), y la humillación de la serpiente hasta el polvo fue un cuadro profético de la degradación final y derrota de la serpiente (el diablo). La carrera del diablo ha sido siempre hacia abajo:
Ø  Fue arrojado del cielo al comienzo;
Ø  Será arrojado a la tierra (Apocalipsis 2: 9);
Ø  Será puesto en el abismo, en tiempos del milenio;
Ø  Después de 1000 años será arrojado en el lago de fuego (Apocalipsis 20: 10).
     De esta manera la palabra de Dios nos asegura que el diablo sufrirá una derrota final.

7. ESPÍRITUS MALVADOS

     En las sagradas escrituras leemos de ángeles que "no guardaron su propia dignidad", sino que dejaron su eterna morada, y están guardados bajo oscuridad, en cadenas eternas para el juicio del gran día (Judas 6) Dios no perdonó a los ángeles que pecaron (2 Pedro 2: 4). Ellos no pueden beneficiarse de la obra redentora de Cristo (Hebreos 2: 16). Parece haber para ellos dos razones: aquellos ángeles que han pecado lo han hecho a la plena luz de Dios, y son totalmente responsables de una apostasía voluntaria y arrogante, no habiendo nacido como nosotros en pecado dentro de la solidaridad de la raza humana; también, es dentro de la solidaridad de la raza humana que entró Cristo en gracia y perfección, por lo que el beneficio de su redención se extiende a esta raza humana solitaria, y no fuera de ella; y también a aquello que está bajo el hombre, la misma creación, que será restaurada (Romanos 8: 21).
     El lago de fuego, o gehena, ha sido especialmente preparado para el diablo y sus ángeles. Desdichadamente, muchos hombres serán también arrojados allí (Mateo 25: 41). Las Escrituras muestran con toda claridad que todos estos espíritus malvados serán vencidos y eternamente castigados.
     Estos espíritus malvados se encargan de atormentar al hombre caído fatigándolo de diferentes maneras:
     1 -Lo hacen caer en conflictos. Las huelgas, los desacuerdos entre empleados y el patrón, conflictos por la delincuencia; y ¿qué diríamos de las guerras internacionales? Muchas de estas acciones humanas son provocadas por espíritus malvados, los cuales aunque no son tan conocidos en nuestro mundo humano, son tan reales como el aire que respiramos.
     2 -Lo hacen fracasar en los asuntos de la vida. A esto se deben muchos de los problemas delictivos, que se cometen a través de impulsos mentales o emocionales, los cuales muchas veces tienen su origen en fuerzas espirituales. Entre los cuales podemos mencionar: asesinatos, violaciones, fraudes, violencia intrafamiliar y maltratos físicos, entre otros.
     3 -Ellos provocan las enfermedades. Todas las enfermedades que nosotros los humanos no provocamos, son provocadas por estos espíritus malvados, los cuales se complace en diseminar el sufrimiento humano.
     Algunos teólogos hacen la diferencia entre ángeles caídos y demonios; dicen que los ángeles caídos están guardados bajo oscuridad en cadenas eternas para el juicio del gran día (Judas 6); también dicen que los demonios son los espíritus que andan sueltos vagando en el aire y atormentando a los mortales (Mateo 12: 26, 27). Lo curioso es que la Biblia no presenta datos acerca del origen de estos.

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